El rey león (2019)



Uno de los remakes más esperados por los fans de Disney llegó por fin el año 2019 de la mano de Jon Favreau, un actor y director que me gusta mucho y ha dirigido películas como Chef.

La verdad sea dicha, el listón estaba muy alto. No en vano la versión animada es una de las favoritas de muchas generaciones. Es por ello que trataré de ser benevolente con mi opinión de esta nueva película live-action, pero ya os adelanto que no me termina de agradar.

A diferencia de con otros remakes mezclando actores reales y uso del CGI, en esta película hemos visto más bien pocas novedades. Parece ser que Disney no quiso arriesgar y destrozar uno de sus mejores guiones. Y sin embargo, a mi parecer ese mismo fue su gran error.

Si bien es cierto que el CGI está muy bien hecho, el hiper-realismo no les ha sentado bien a todos los personajes; sobretodo a la hora de hablar.

Por otra parte, creo que han destrozado el personaje de Rafiki. Ya imaginaba que no iba a ser ese maestro del kung-fu del final de la película animada, pero el hecho es que han modificado sus mejores escenas, omitiendo gran parte de la carga argumental de dichas escenas con el único propósito de adecuarlas al estilo hiper-realista que debe de tener un sabio babuíno. Me refiero en el hecho de cómo sube a Simba (y al final de la película a Kiara) para mostrarlo durante su nacimiento al resto de la Sabana; a la loca canción con la que le demuestra a Simba lo confundido que está y, finalmente, el golpe con el que consigue convencer al león para enfrentar las malas decisiones del pasado. Estas dos últimas están en el siguiente enlace, aunque con una edición bastante peculiar, la verdad. Como corolario, tampoco se llegan a reproducir las canciones carcelarias de Zazú.
Dejando de lado esas anécdotas que, a la postre, decantan bastante mi postura para con esta película, la verdad es que nos encontramos ante un buen producto. Obvio, teniendo en cuenta que la base de la que partían era excelente y la cambiaron más bien poco, era imposible que el producto final resultase ser malo. Sin embargo, espero que los próximos live-action de la factoría Disney sean más atrevidos a la hora de cambiar (de un modo coherente) los guiones.

En definitiva, un buen producto que, curiosamente, me dejó frío al preferir su versión animada.

Padre no hay más que uno


Esta película española que para el gran público, en el que yo me incluyo, no nos dimos cuenta de que es un remake hasta que te pones a escribir en un blog o lees una entrada de dicha película.

Que Santiago Segura es un genio del humor español no es ningún secreto. Siempre lo he dicho y de momento lo seguiré diciendo. Además, es un director un poco zorro (es decir, astuto). Con esto quiero decir que últimamente se está especializando en adaptar películas extranjeras. Es un movimiento muy astuto porque estás cogiendo un producto que ya ha triunfado, le das un toque de pintura local, renuevas algún que otro chiste y voilà! Ya tenemos comedia española exitosa. Lo hizo en su día con "Sin Rodeos" y lo ha hecho con esta otra película.

Una de las cosas que más me gustó (aunque desconozco si en la versión original también lo hacen) es adaptar de manera sublime la recreación paródica de una conversación del típico grupo de padres y madres de una clase.

El argumento en sí es bastante plano, simple y falto de fuerza. Es una comedia, creo que ya en más de una ocasión he dicho que los argumentos que más me gustan son los dramas y/o los thrillers, porque son donde más trabajados están.

Sin embargo, me gusta la evolución de los personajes. Si bien también son bastante planos por culpa del argumento, la verdad es que llegados al punto caótico que da inicio al largometraje (y después se sabe como se llega a él a través del primer y segundo acto) se ve como hay una chispa que salta en sus cabezas y les hace cambiar a todos de un modo radical.

Por resumirlo en pocas palabras, Santiago Segura hace del típico cuñado de la vida, que desatiende por completo su propia familia porque para algo está casado con Toni Acosta, superheroína por antonomasia hasta que, harta ella de su monótona vida, decide hacer caso de su marido e irse con su cuñada a unas vacaciones que en teoría estaban planeadas para hacer con el propio Santiago Segura. Una vez Toni se va, el caos comienza. Un padre que no sabe cuidar de sus hijos y unos hijos más bien asilvestrados no son una buena mezcla, que digamos.

Como detalle final, comentaros que dos de las hijas de Santiago y Toni en la película son en realidad hijas del mismo Santiago Segura.

En definitiva, una película para ver un buen domingo a la tarde si quieres pasar un buen rato. Además, según tengo entendido, este mismo 2020 se va a realizar una secuela.