Infiltrado en el KKKlan


Le tenía muchas ganas a esta película, tantas que me veo obligado a crear mi primer crossblogging, puesto que simultáneamente a esta entrada realizaré otra en otro de mis blogs, aunque he de advertir que estará lleno de spoilers importantes de este largometraje, por lo que invito a no leer dicha entrada (que no publicaré en redes) hasta que se haya visto esta película o si se sabe que no se va a ver, puesto que cambiaría completamente la experiencia durante la visualización.

Empecemos por el reparto. Siendo la primera vez que veo a John David Washington, la verdad es que me pareció una actuación más que digna. He visto a actores más experimentados y con peor capacidad interpretativa (véase mis "queridos" Tom Cruise y Orlando Bloom). Por su lado, Adam Driver estuvo genial. La verdad es que con este actor he tenido mis contrastes, puesto que cuando lo conocí en Star Wars: El despertar de la fuerza, me pareció un actor bastante malo, poco a poco se ha ido ganando mi respeto, ya sea en dicha franquicia o en otras películas, como es el caso de esta.

El mensaje de esta película tiene mucha miga, puesto que está inspirado en hechos reales, pero no del modo que todos nos pensamos, y es por eso por lo que me lo reservo para mi blog Historias Palomiteras (por eso que he dicho antes del crossblogging). Por cierto, estáis avisados, pero os lo repito. No lo leáis hasta que hayáis visto la película; o si tenéis muy claro que no la váis a ver. Aquí en enlace para leer la entrada.

El humor es bastante característico del estereotipo afroamericano de la época, siendo en este sentido el personaje interpretado por Washington quien lleva casi todo el peso humorístico. El resto del reparto, si bien también cargan en mayor o menor medida dicho peso, cierto es que en general siempre es debido al papel que el actor ya mencionado juega.

En definitiva, una película que me entretuvo mucho y que, llegados a cierto punto, me dio mucho que pensar. Recomiendo encarecidamente ver este largometraje.

Bohemian Rhapsody


Por fin llegó el día. Mucho estuve comentando los días previos al estreno de esta película mis ganas de verla, y ya es hora de comentarla. He de advertir que, para poder expresarme mejor, he tenido que meter algún spoiler importante que, aunque no destripa nada de la película, sí que es cierto que cuenta qué es lo que pasa al final y por qué creo que éste debería haberse extendido. Por ello os invito a que, si no habéis visto la película, obviéis el párrafo cuya primera oración está subrayada.

Bohemian Rhapsody es. más que una película, una celebración; o así lo viví yo al menos. Cómo surge Queen, cómo un extravagante Freddie Mercury se convirtió en uno de los mayores símbolos del rock de aquella época, cómo cuando su vida comienza a zozobrar todo a su alrededor parece tratar de prevenirle y, por último, el reencuentro tan épico que se vivió en el concierto Live Aid, puesto que fue allí cuando Queen volvió a juntarse hasta la prematura muerte de Freddie Mercury.

En lo personal, me pareció una película más que notoria. A pesar de que es cierto que no todo lo que se dice es 100% real y que hay medias verdades en ciertas escenas del largometraje, la verdad es que me parece un biopic bastante acertado. Sin embargo, creo que a la película le hubiese convenido que se alargase un poco más, puesto que hubiese estado bien ver el fatídico desenlace de Freddie y, puestos a pedir, una aparición fugaz de un joven Elton John pidiendo a Queen que el show continúe en honor a Freddie Mercury.

Los actos de la película trazaban diferentes épocas de la vida paralela que iban viviendo tanto el grupo Queen como el protagonista del largometraje, el ya mencionado Freddie Mercury. Dichos actos se van sucediendo con total naturalidad uno detrás del otro, haciendo que la película fluya de modo continuo.

Interpretar a alguien tan peculiar, excéntrico y único como Freddie Mercury es algo muy difícil, pero la verdad es que Rami Malek hace un gran papel. Casi hasta parecía ser él. Las comparaciones son odiosas, y ciertamente no son comparables. Del mismo modo que Adam Lambert (actual vocalista de las giras que hoy día sigue haciendo Queen) no es comparable al artista original. Por cierto, como dato curioso: Lambert aparece haciendo un cameo en esta película, lástima que haya sido el único, me hubiese encantado ver a Brian May.

En definitiva, una película echa para disfrute y deleite de los fans de la banda Queen. Además, para aquellos que no conozcan su discografía, esta es una buena oportunidad para una bella iniciación al ya mencionado grupo de rock.

Isla de perros


Wes Anderson no es un director corriente. Todos los que hayan visto una o dos películas de este director lo saben. Anderson tiende usar el encuadre de manera casi enfermiza, haciendo que todas sus películas tengan un toque muy personal.

Argumentalmente hablando, estamos ante una película muy profunda, que trata de la humanidad y la bestialidad tanto de seres humanos como de perros. Cierto es que también hay otros animales con peso en este largometraje, pero debido a que éstos son los protagonistas de la película, no me pararé a detallar el resto.

El argumento es un clásico ejemplo de lo humanos que pueden parecer los animales, entendiéndose claro está que me refiero al comportamiento racional y social que se presupone es exclusivo del ser humano. Del mismo modo, a veces el humano puede parecer un animal debido al comportamiento falto de ética que en ocasiones demasiado frecuentes el ser humano realiza.

Otro detalle peculiar de Wes Anderson es la velocidad con la que se desarrolla el argumento. Lenta. Anderson disfruta explicando todo con toda la pausa y detalles necesarios, por lo que tiende a hacer películas de lento desarrollo. Es por ello que no dejará indiferente a nadie. O te gustan este tipo de tiempos o las detestas.

Visualmente, estamos ante una película stop-motion. Este tipo de películas siempre tiene un halo especial, cosa que no a todos los espectadores gusta. Al ser una técnica tan concreta, todas los largometrajes que la usan tienden a suscitar muchas críticas a favor y otras tantas en contra. No me voy a posicionar ni de un lado ni de otro, pero he de decir que el "toque Wes Anderson" le viene bastante bien a la técnica del stop-motion.

En definitiva, una película con sus puntos buenos y malos que difícilmente dejará indiferente al espectador.

Megalodón


Cuando había perdido toda esperanza de ver una nueva película de temática de escualos que me atrajese, apareció el tiburón prehistórico más famoso de todos.

Cuando uno va a ver una película de este estilo, sabe que el argumento no va a ser demasiado brillante. Ciertamente, no hay muchas sorpresas a lo largo del largometraje. De hecho, la única sorpresa que puede haber es bastante obvia y en ningún momento llegué a dudar de que iba a suceder eso. Sin embargo, puede que a alguien ciertamente le pueda llegar a sorprender.

Sinceramente, cuando terminó la película tenía una sensación bastante buena. La película te tiene intranquilo cuando Jason Statham está en el agua, puesto que piensas que el megalodón va a aparecer en cualquier momento y te va a asustar. Sin embargo, una vez dejas reposar la película te das cuenta de sus extraordinarios sinsentidos.

Por expresar de un modo no demasiado específico, decir que los tiburones normales (es decir, los que no son megalodones) se comportan más como pirañas que como tiburones. Cosa poco lógica y que raya lo absurdo en una escena. Por su parte, el megalodón me recordó una escena de Deep Blue Sea por su extraño comportamiento durante el acto final de la película. Comportamiento que por cierto no comento aquí por estar localizado en el ya mencionado acto final.

Las actuaciones se me han hecho bastante sencillas. Personajes más bien planos, puesto que en todo momento sabías cómo iban a evolucionar a lo largo del largometraje; quedando únicamente la duda de quién iba a ser alimento de megalodón y quién sobrevivirá. Mención especial para Rainn Wilson y su personaje, puesto que es el único que realmente puede llegar a sorprender al espectador.

En definitiva, una película que trata de tomar el relevo del subgénero cinematográfico de los tiburones asesinos, pero que tampoco me ha parecido una digna sucesora de la ya mencionada Deep Blue Sea o de la legendaria Tiburón de Steven Spielberg.

¿Quién está matando a los moñecos?


Le tenía ganas a este largometraje desde la primera vez que supe de ella. Sin tener muchas esperanzas puestas, la verdad es que quería pasar al menos un rato agradable en el cine.

He de decir que cuando a mis oídos llegó el título de esta película, no pude sino relacionarlo con el cómico David Broncano. Obviamente, este cómico también ha participado en el film, pero hasta verla en la gran pantalla no supe hasta qué punto había participado.

El largometraje está lleno de chistes al más puro estilo Broncano. Falete, el amoche, quedarse moñeco, la chilena de Cristiano en la Champions... Se me hace raro que en una ciudad claramente americana se hagan este tipo de bromitas. Probablemente la versión original tuviese chistes que aquí no se iban a entender y por eso se decidió cambiarlos, pero la verdad es que se podría haber buscado otro método.

Otra cosa que no me gustó en absoluto fue que el ya mencionado David Broncano dobló a dos personajes diferentes del largometraje. Esto lo podría llegar a entender si estuviésemos hablando de, por ejemplo, Carlos Latre, Santiago Segura o incluso José Mota; pero no si hablamos de David Broncano. Hasta el más tonto percibe que es la misma voz. Por añadir una cosilla, he de decir que al segundo personaje que interpreta la voz le queda mucho mejor que al primero.

Estamos ante una comedia que no me hizo apenas gracia, si bien no puedo negar que en el cine me reí con los chistes fáciles. De hecho, la gracia que más gracia me hizo fue las que Melissa McCarthy le hizo a Joel McHale (y estamos hablando de un producto tan usado que incluso ha sido visto en Los Simpson).

Como mínimo detalle de calidad, decir que no supe leer con total claridad la incógnita a la que hace alusión el título; puesto que aunque percibí parte de la trama, no la adiviné por completo.

En definitiva, una película que no te recomiendo ver, pero tampoco es el peor producto cinematográfico que mis ojos han visto.

El espía que me plantó


Hoy os vengo con una desenfadada comedia de espionaje. Protagonizada y dirigida por mujeres, esta película seguro que te sacará alguna carcajada.

El género de este largometraje, la ya mencionada comedia de espionaje, no es un género que vea mucho en la gran pantalla. De hecho, la última película de este estilo que pude ver fue la dirigida por Guy Ritchie: Operación U.N.C.L.E. Esta película me gustó muchísimo, por lo que el listón estaba demasiado alto para cuando fui a ver la película que hoy os comento.

Sus protagonistas, Mila Kunis y Kate McKinnon, tienen mucha química entre ellas. Se compenetran muy bien entre ellas, y sus personajes están muy bien estructurados, haciendo que choquen entre sí por las diferentes personalidades, pero a su vez haciendo que el espectador suelte una risa. Subrayar el personaje interpretado por Kate McKinnon, puesto que éste será el que más carcajadas provoca.

El argumento, por su lado, tampoco es nada del otro mundo. Las sorpresas que esconde el guión son fácilmente adivinadas, puesto que se ve qué es lo que realmente requiere el guión para poder seguir adelante. Un giro argumental de éstos, de hecho, no me terminó de gustar, ya que tampoco se explica demasiado.

En definitiva, una película bastante graciosa que posiblemente quieras ver. Ahora bien, verla en la gran pantalla o esperar a que salga en la TV o cualquier plataforma de pago es decisión tuya.

Mamá y Papá


Antes de comenzar esta entrada, quisiera agradecer a Cinesa por esa magnífica promoción gracias a la cual muchos espectadores pudimos ver esta película de un modo gratuito. Cierto es que fueron un poco zorros y nos la colaron de "preestreno" cuando es una película del año pasado.

Empezaré diciendo que estoy seguro que Brian Taylor, director y guinista de este largometraje es un gran fan de las películas de zombies, ya que estamos clarísimamente ante una película de pseudo-zombies, siendo la casualidad que aquí no hay muertos vivientes, sino un grupo de padres que tienen muy claro su objetivo: matar a sus descendientes.

Digo lo de la película de pseudo-zombies porque tiene todos sus ingredientes: excusa rara para que de pronto todos los padres se vuelvan unos homicidas bastante curiosos, pues únicamente quieren matar a sus hijos y no hacen nada malo al resto de criaturas; ataques y contraataques de ambos bandos durante los diferentes actos y un final bastante abierto donde puede ocurrir de todo.

La película está también aderezada de unos bonitos flashbacks que hacen saber a los espectadores cómo era esa familia antes de que el suceso comenzase. Lo bonito del asunto es que toda la película parece ser una oda a la disyuntiva que muchos padres se habrán planteado en su día: ¿mereció la pena dejar nuestras vidas atrás para convertirnos simplemente en un padre y una madre?

En cuanto a los actores y actrices, me quedo con Nicolas Cage. Hacía mucho que no le veía en la gran pantalla, y ha sido un reencuentro de lo más brutal. No recuerdo haberle visto en ese perfil de psicópata en mi vida, y eso que no es ni de lejos el primer psicópata al que da vida.

El argumento, por si no lo habéis deducido ya, flojea bastante. Si una película de zombies siempre flojea en este apartado, ¿cómo no lo iba a hacer una de pseudo-zombies? Más allá de que ciertos aspectos están cogidos con pinzas, la verdad es que más de un personaje parece ser indestructible, pues no importa cuántos ataques reciba, que se volverá a levantar. Y aquí la premisa de que es un zombie no me vale, pues todos los personajes están vivos.

Por último, decir que los actos de esta película sufren una ligera arritmia, puesto que los ritmos que se presentan son bastante irregulares, cosa que no funciona del todo bien y que a mí personalmente me sacó de la película en un par de ocasiones.

En definitiva, una película de humor negro del bueno en la que, si no fuese por su arritmia, podríamos estar hablando de un producto de calidad similar a un largometraje de zombies.

Balto: La leyenda del perro esquimal


La nostalgia se ha apoderado de mí mientras veía este largometraje. Para mí, esta es una de esas películas que marcan tu infancia y que hace muchos años que no ves. Realmente la recordaba de mayor duración, pero la verdad sea dicha es que creo que la he disfrutado mucho más de adulto que de niño.

Benditos años 90 en los que se respetaban las voces de doblaje. Si un famoso actor doblaba en una película de animación, se trataba que el actor de doblaje que ponía voz a dicho actor americano lo hiciese también (Sí, soy consciente que no me he expresado del todo bien). Hoy en día los perros de este largometraje no tendrían voces tan "adultas", cosa que devaluaría el valor de la película.

Como siempre digo, un  argumento basado en una historia real casi nunca defrauda. Personalmente, creo que esta fue la primera película que vi de este estilo (basada en historia real) y por eso le he guardado siempre especial cariño, pero hoy en día la sigo viendo con muy buenos ojos. Una historia de superación, auto-descubrimiento y tolerancia que a más de un adulto actual le convendría aplicarse.

La calidad de animación me parece también digna de mención. Aunque la sociedad actual ya se ha acostumbrado a la animación 3D, yo sigo disfrutando de estas películas animadas en 2D. Aunque claro, Balto se rodó en 1995 y por aquel entonces el 3D era casi ciencia ficción. La animación que Universal y Amblin nos traen con este largometraje tal vez (y solo tal vez) no esté a la altura de otras películas de la Factoría Disney, pero no creo tampoco que sea, ni mucho menos, una mala animación. Tiene carácter propio, y a mi modo de ver eso es algo que todas las películas necesitan para ser recordadas.

En definitiva, una película que me ha hecho volver a sonreír y recordar mi infancia cinéfila. ¿Cuál será la próxima película que me haga recordar esto? La espero con inpaciencia.

Saga cinematográfica de Harry Potter


Recientemente he podido ver de forma pausada la saga cinematográfica del niño mago casi al completo. Este año, al crear nuevos blogs "creando" esa familia palomitera que hoy en día tanto me gusta, decidí que el blog lector palomitero empezaría hablando de la saga literaria de Harry Potter. Y durante este parón veraniego, he decidido revisar la mayoría de estas películas.

Esta saga es un producto demasiado longevo. Con esto me refiero a que desde la primera de las películas hasta la última pasaron diez largos años. Esto tiene muchas implicaciones, pero quiero empezar con la que para mí es la más relevante de todas: la incoherencia visual.

La saga del niño mago entró en nuestras grandes pantallas gracias a la Warner Bros, quien apostó por Chris Columbus como el director de los largometrajes. Éste dirigió las dos primeras películas, que tienen un matiz visual muy propio y que desaparece al finalizar la segunda película.

Ya en la tercera parte, se apostó por Alfonso Cuarón, motivo por el cual ya empezamos a ver una película con un corte estético completamente diferente a las dos de las anteriores. Este hecho es que muchos de los fans de la saga (que no han leído los libros, sino que simplemente han visto las películas) maltraten el largometraje por salirse del mundo que se tenía preconcebido. El hecho de que repitan escenas como la del sauce durante el largometraje no ayuda, dicho sea de paso.

Para el cuarto largometraje llegó otro cambio de dirección, Mike Newell. Se ve que tampoco gustó demasiado ya para la quinta parte la Warner Bros se decantó por David Yates; director que sigue siendo hoy en día el encargado de dirigir todas las películas relacionadas con el mundo que J.K.Rowling creó.

Este vaivén de directores hizo que la saga no esté propiamente conjuntada. Ves la primera película y la quinta y lo único que tienen en común es la mayoría de los actores y que ambas están basadas en la misma saga literaria. No se parecen en nada más.

También hay vaivén entre los actores. Más allá de las decisiones por fuerza mayor, como la que sufrió el personaje de Albus Dumbledore; o por decisiones razonables que hicieron que en la última película Dudley no apareciese y que Crabbe fuese un actor diferente, la verdad es que pocos han sido los personajes realmente importantes que no se han mantenido a lo largo de la saga. Es por ello que este hecho me parece meramente anecdótico y no lo veo contraproducente para con el devenir de la saga cinematográfica.

Sin embargo, como espero que más de un lector se haya dado cuenta, esta saga tiene un gran olvidado: el profesor Binns. Todos los lectores de la saga sabrán que la clase más aburrida de todas era la de Historia de la Magia, impartida por el cintado profesor, dando la peculiaridad que además éste es un fantasma. Entiendo que su rol en la saga no deja de ser anecdótico, pues el único punto de importancia que tiene es durante la segunda película; pero se me hace curioso que en ninguna de las ocho películas apareciese. Lo mismo sucede con el poltergeist de la escuela, Peeves, que no aparece en ninguno de los largometrajes.

Por último decir que me encantaría ver en un futuro próximo una adapctación de Harry Potter al estilo Juego de Tronos. Es decir, a través de una serie de televisión con gran presupuesto.

En definitiva, la saga de fantasía juvenil literaria que compartió mi adolescencia con el Señor de los Anillos ha tenido una más que merecida saga cinematográfica, con los problemas que algo tan extenso conlleva.

El mejor verano de mi vida


Con el inicio del verano llegó una de las comedias españolas que con más ganas he esperado últimamente. No podemos olvidar que el cine español es muy dado a la comedia, pero hay algunas que, la verdad sea dicha, son bastante decepcionantes. Esta no, en cambio.

Como anillo al dedo. Así habrá pensado Leo Harlem que le venía esta película. Y de hecho, así es. La verdad es que Leo es un cómico que me gusta mucho pero que hasta día de hoy no le había visto realmente bien como actor en un largometraje. pero la verdad es que parece que Leo ha nacido para interpretar este papel. Es más, hasta creía que Leo era parte del grupo de guionistas de la película, puesto que parece que él mismo se ha escrito sus diálogos.

El esquema del largometraje sigue los cánones clásicos, puesto que en cada acto nos encontramos con una problemática completamente diferente que se presenta de un modo claro y al que se le da solución en el mismo acto, sin que llegue a haber acumulación argumental en el acto final.

Sinceramente no puedo decir que el argumento sea de calidad, puesto que no lo es. Muy predecible, como la mayoría de comedias. Pocos o nulos giros argumentales y personajes secundarios muy planos hacen que la evolución del personaje interpretado por Leo sea del modo que debe de ser para que la película acabe como el público lo quiere.

En definitiva, una película para toda la familia que todos deberíais ir a ver al cine. Al menos si os gusta reíros, claro está.

WALL·E



Ni una ni dos ni tres... ¡sino cinco! Esta frase que tanto repitiésemos mis compañeros de universidad y yo parece tener cabida en esta semana mía, puesto que cinco es el número de veces que he visto la película del robot ecologista durante la última semana y media.

La verdad sea dicha, siento una gran pena en mi interior por no haber visto este largometraje en la gran pantalla. Estoy seguro de que hubiese sido una gran experiencia, puesto que tiene escenas que visualmente lucirían mucho mejor en el cine.

Pixar nunca me ha llegado a defraudar, la verdad. De las veinte películas que hasta el momento a producido, únicamente una ha sido la que no he visto (El viaje de Arlo) y nunca he valorado negativamente el producto que he visto.

El hecho de que Pixar sea una compañía subsidiaria de Walt Disney Studios tiende a ser bastante beneficioso para ambas empresas, si bien es cierto que a veces se nota que quien manda es Disney y por tanto se dan ciertos errores que esperemos que nunca vuelvan a pasar. Sin embargo, esto no implica las películas de Pixar tengan que tener un estilo Disney. De hecho, esto no es así en absoluto.

Wall·E trata un argumento que no estaría de más volver a tomar hoy en día. El ecologismo. Ya desde el primer acto se nos presenta un Planeta Tierra en el que la vida se ha vuelto inviable debido a la contaminación. Aunque no llega a decirse directamente en ningún momento, parece ser que una multinacional manejaba el planeta sin competencia ninguna, siendo más importante si cabe que cualquier gobierno.

Con este panorama tan poco agradable aparece el robot reciclador WALL·E, único robot superviviente en el planeta y nos ameniza el primer acto con su tierna personalidad. También nos enamora cuando conoce a EVA, un robot procedente del espacio (donde ahora se hospeda la humanidad) encargado de buscar vida vegetan en el planeta. La verdad es que difícilmente uno no se siente identificado con el simpático robot.

Lo curioso de este largometraje es el tema del idioma. El primer acto transcurre casi en su totalidad sin mediar palabra, cosa que nadie echará en falta debido a la magistral calidad con la que se planeó el guión. Ya en el segundo acto, las conversaciones empezarán a ser más habituales a lo largo del desarrollo, pero bien es cierto que no en todas las escenas, puesto que sigue habiendo momentos como el primer acto, en el que la acción de los robots acapara toda la importancia.

Este hecho es bastante original y hace que incluso el público más infantil pueda conectar con la película, puesto que niños de cuatro o cinco años no están preparados para entender un argumento complejo lleno de conversaciones y datos. Necesitan un producto mucho más visual, y WALL·E es capaz de darles dicho producto.

El desenlace del largometraje, sin embargo, lo considero bastante más adulto. Creo firmemente que se hizo así para contentar a ese adulto que va obligado por sus hijos a ver la película, que de este modo él también disfrute de ciertos detalles que tal vez a los más pequeños se les pase.

En definitiva, una de esas películas de Pixar que nunca me olvidaré de recomendar. Visionado obligatorio.

Jurassic World: El reino caído




La esperada secuela de la nueva trilogía jurásica ha entrado con buen pié en taquilla. No es inesperado, porque tanto Jurassic Park como Jurassic World son franquicias muy populares, más allá de valoraciones técnicas del producto que ofrezcan.

En este caso, por fin entiendo el por qué del cambio de nombre a la franquicia. Cuando se estrenó Jurassic World, en mi cabeza estaba la duda de por qué la llamaron así y no simplemente Jurassic Park IV. En un principio, supuse que sería para distinguir las trilogías o debido al fracaso que supuso la tercera parte de Jurassic Park. Sin embargo, gracias a esta película (la segunda de la era Jurassic World) y gracias al Dr. Ian Malcolm he podido entender el por qué el cambio.

El argumento me ha parecido bastante aceptable para ser una secuela. Obviamente, la saga no se caracteriza por argumentos muy trabajados, pero al menos tiene algo más de calidad que los de Pacific Rim. Como siempre, el argumento está lleno de escenas inexplicables y agujeros de guión que espero pacientemente ver en cierto canal de Youtube especializado precisamente en este tipo de agujeros.

El ritmo de desarrollo es bastente coherente con todo lo que ha ido siendo esta saga hasta el día de hoy, pero con notorios cambios. Se podría decir que la película ha empezado por la parte media de una película típica de Jurassic Park para volver al principio de la presentación del nuevo proyecto jurásico y llegar otra vez a la típica escena de crisis total. Acto seguido, se repite el ciclo una vez más.

Esta película me recuerda gratamente a Jurassic Park II: El reino perdido. No por el argumento, que no se asemeja demasiado, sino por el hecho de que muestra de un modo más obvio que los monstruos no son los dinosaurios, sino que somos nosotros los humanos.

Decir además que el final del largometraje me ha encantado y no puedo ni imaginarme con qué nos sorprenderán en Jurassic World III. Tiene pinta de ser completamente diferente a lo que la saga jurásica nos tiene acostumbrados. Lo único que sé a ciencia cierta es que volverá a triunfar en taquilla.

En definitiva, otra película de dinosaurios más. Pocos cambios a lo que la saga nos tiene acostumbrados, por lo que si te han gustado las películas anteriores probablemente esta te gustará. Los agujeros de guión son parte fundamental de la saga, por lo que no debiera ser algo negativo.

Han Solo: Una historia de Star Wars


El esperado spin-off de uno de los grandes granujas del cine. Pocos son los seguidores de Star Wars que no tengan una gran simpatía hacia Han Solo, por lo que la franquicia tendría este largometraje asegurado desde que fuese comprada por Disney y se confirmase que iba a haber spin-offs o películas independientes al canon.

La historia trata de un joven Han que demuestra su legendaria picaresca desde la primera escena hasta la última. Sin embargo, personalmente me esperaba más. Poco se explica de la historia personal entre Chewbacca y Han Solo, cosa que me parecía fundamental para el argumento. Cierto es que en ocasiones la cámara se enfoca en Chewie y nos hace entender sus sentimientos... pero me faltó algún que otro detalle.

Otro de los aspectos que me falta en esta película es ese perfil de ligón de Han. Puede que simplemente porque de joven no era tan confiado con las mujeres o simplemente porque no era una faceta necesaria para esta película, el hecho es que no he visto un Han Solo que me recordase el que fue interpretado por Harrison Ford.

No obstante, la interpretación de Donald Glover en su papel de Lando Calrissian me enganchó desde el principio. Tal vez porque eche en falta al gran Lando en la nueva trilogía, o tal vez porque se le da una vuelta de tuerca a una conversación de El Imperio contraataca, el hecho es que Donald puede sentirse muy orgulloso de su interpretación.

Para terminar con la sección de interpretaciones, no puedo olvidar la de Emilia Clarke. SU personaje es uno de los que más me ha gustado, a pesar de que no esté tanto en escena como lo está su protagonista indiscutible. La interpretación de Emilia me viene gustando en gran medida gracias a su papel como Daenerys Targaryen, y creo que es la primera vez que la veo en la gran pantalla. Sin duda, una actriz a tener en cuenta. Espero ver más veces a ese personaje interpretado por Emilia en futuros spin-offs de Star Wars.

Centrándome ahora en el argumento, he de decir que no es uno especialmente bueno. Un ritmo a ratos tedioso e innecesariamente estirado hace que parte del público no termine de disfrutar el producto en su totalidad. Que hubiesen acortado algún que otro acto no hubiese venido mal, y el producto final la verdad es que no habría perdido calidad.

Por último, no olvidemos que, aunque no sea una película canónica, es una película de Star Wars. Los guiños y las escenas fan service para con la franquicia principal están aseguradas.

En definitiva, un aceptable producto más allá del canon de Star Wars. Sin embargo, prefiero Rogue One.

Deadpool 2


Deadpool es un superhéroe diferente a todos los demás. Eso lo sabe hasta el menos versado en temas de Marvel. Lástima que no pertenezca al Universo Cinemático Marvel (UCM) para poder verle sacando de sus casillas al mismísimo Thanos.

El argumento no tiene nada de especial. Una pelicula de superhéroes más. Ahora bien, una película de superhéroes llena de comedia de un estilo muy irreverente. Lo que da calidad al argumento son los incontables guiños a otras películas; que la verdad es que me pareció que casi todas las escenas tenían algún que otro guiño.

Entre guiño y guiño, la película se iba desarrollando. Los actos la verdad es que eran bastante simplones, con un curioso punto de inflexión a mitad del largometraje que cambiará por completo el devenir de la película. Realmente me gustó ese hecho.

Como ya pasase con la película original de Deadpool, las escenas postcréditos tampoco se quedaron cortas. En este caso, Ryan Reynolds parece que quiso arreglar algunos de los errores más brutales que se le atribuyen a su persona o al bueno de Deadpool. Unas escenas llenas de risas. Estoy seguro de que si Deadpool hubiese pertenecido al UCM hubiese metido algun guiño a los Vengadores.

Lamento no tener mucho más que comentar de la película y que, por tanto, se quede una entrada tan corta, pero la verdad es que este tipo de películas no me dan demasiado material para comentar.

En definitiva, una película que odiarás o te encantará. No tendrá punto medio, debido a su peculiar estilo.

Godzilla (1998)


Una película digna de ser olvidada. La década de los 90 nos trajo películas muy buenas y a la vez auténticas basuras cinematográficas, como la que hoy os vengo a comentar. Al público norteamericano, como a casi toda la población mundial, le gusta mucho este ser fantástico creado en el país del sol naciente; y por ello quisieron crear una versión americana del rey de los Kaijus.

Como lamentablemente pasa demasiadas veces, esta adaptación fue más bien decepcionante. Los que vemos mucho cine estamos demasiado acostumbrados a ver cómo las ciudades más características de Estados Unidos son devastadas por diferentes motivos. En este caso a Godzilla le dio por cruzar el Océano Pacífico y, a través del canal de Panamá, llegar al Océano Atlántico para así poder llegar a la ciudad favorita de los estadounidenses para sufrir ataques apocalípticos: Nueva York.

Ese rocambolesco argumento no termina ahí. No contentos con que el Kaiju cruce medio globo para llegar a Nueva York, los guionistas decidieron que en este caso Godzilla fuese hembra y que, de hecho, hubiese hecho todo ese trayecto con la única intención de anidar y criar la futura generación de Godzillitas. ¿En qué pensaban los guionistas? En serio, me gustaría saberlo.

En definitiva, una película nada recomendable y que probablemente la veáis a final de año en la lista de peores películas de mis Premios Palomiteros.


Tiana y el sapo


Hoy os vengo a hablar de la película con la que Disney me recuperó como espectador. Ya lo comenté cuando hablé de la película Enredados, pero no me cansaré de decirlo. Si hoy en día soy seguidor de la Factoría Disney es en gran medida gracias a estas dos obras.

El argumento es digno merecedor de ser proyectado en una futura película Disney live-action, del mismo modo que ya han hecho otras películas como El libro de la selva y La Bella y la Bestia, o como lo hará en un futuro no muy lejano la confirmada El Rey León y la rumoreada/deseada Mulán. Un clásico de los cuentos infantiles llevado a la ciudad de Nueva Orleans, esta versión de el príncipe rana me cautivó casi al instante.

Además de un buen argumento, Tiana y el sapo me cautivó por otro motivo. En una época en la que la animación 3D se ha convertido en el pan nuestro de cada día, que Disney volviese aunque fuese por una única película a la animación tradicional, llenando además la película de guiños, es algo a tener en cuenta.

Los actos están muy bien llevados, teniendo cada uno su inicio y su final muy bien marcados por ciertos eventos que dan por finalizado un problema/objetivo. Además, algunos de sus personajes son realmente carismáticos. ¡Qué decir de Ray! Un personaje que me marcó. Aunque al comienzo parece la versión más clásica del arquetipo de sureño, también conocido como redneck, termina siendo el que más dramatismo puede llegar a aportar a una película ya de por sí dramática. Un magnífico secundario, que tiene un par de escenas en las que se come por completo el protagonismo de la película.

En definitiva, una visión de un clásico que ha cautivado mi corazón, mezclada magníficamente con el mundo del jazz.

Un lugar tranquilo


Ya es oficial. Lo que empecé a intuir en 2017 se confirma este 2018. El cine de terror ha perdido el terror. Vale, sigue teniendo al público tenso; algunas escenas pueden llegar a asustar y no son para todos los públicos... pero o bien de adolescente me asustaba mucho más fácil, o bien el terror actual es mucho menos terrorífico que el clásico.

El argumento me planteó una película muy interesante. El hecho de que los misteriosos monstruos asesinos se muevan atraídos por el sonido obliga a la humanidad al silencio más absoluto para poder sobrevivir. Este hecho obliga a una película extremadamente silenciosa, cuyos únicos sonidos son el sonido de ambiente, algún que otro susurro y conversaciones  y gritos esporádicos (en lugares seguros y/o momentos críticos del largometraje). 

Este hecho es increíblemente positivo desde mi punto de vista. No es lo habitual que una película de terror se plantee de este modo, lo que lo hace algo novedoso y muy a tener en cuenta. Sin embargo, este mismo hecho supone una problemática: vas a escuchar todo el "sonido ambiente" de la sala de cine. Desconozco de qué tipo de público acudirá a las salas que vosotros soléis ir, pero al menos yo tuve que escuchar mucho sonido de bolsas de patatas fritas.

El argumento no es digno merecedor del calificativo "thriller" que le conceden a la película. O al menos no en el sentido que yo le otorgo, puesto que ni hay giros argumentales ni se los espera. Admito que es un argumento bastante atractivo si lo analizamos por completo, pero hay varias escenas muy mal planteadas que bajaron la calidad del producto final.

En definitiva, una novedosa película de terror que no creo que deje indiferente a nadie. Nunca el sonido infundió tanto respeto.

#Sexpact


Película que cuando ves a sabiendas de que no es en absoluto de buena calidad, pero que la ves igualmente porque sabes que te vas a reír.

El argumento es bastante sencillo: adolescentes dispuestas a pasar una noche inolvidable en su baila de graduación debido a un pacto que sirve de título para esta película. Por azares del destino, sus padres se enteran de ello y harán todo lo posible por evitarlo. ¿Lo conseguirán?

Una de las cosas que más destaca de esta hilarante comedia es que cada uno de los personajes tiene un estereotipo muy marcado, siendo todos los personajes únicos. Ese hecho da mucha vida a esta película tan desenfrenada en el que el público se reirá mucho, habiendo partes de diálogo que se perderán porque de la risa no se podrá escuchar nada.

El actor que más gracia me ha hecho es John Cena, famoso luchador de wrestling, que hace el papel de un padre increíblemente sensible a la vez que carente de tacto, que hará lo imposible por "salvar" a su independiente hija de un pacto que no le hace gracia. El hecho de que sea un iluso incapaz de asimilar los dobles sentidos con connotaciones sexuales da mucho juego a su personaje.

No obstante, que dicho personaje sea el que más gracia me haya hecho no significa que su papel sea el que más me haya gustado, puesto que ese honor se lo concedo a Leslie Mann y a la joven Gideon Adlon.

Los primeros actos de la película son mucho más comedidos que los finales, ya que hay un punto de inflexión una vez los padres son conocedores del pacto y llegará a su clímax de locura y desenfreno en el acto final. Una vez se llega a ese punto, hay un par de escenas que rematan la película, incluída una escena que comienza inmediatamente después de iniciar los créditos finales.

En definitiva, una película con un guión pésimo y que no es digna de premio alguno, pero que sin duda alguna te hará reír.

Vengadores: Infinity War


AVISO: ESTA ENTRADA VA A TENER SPOILERS PARA PARAR UN TREN. SI SEGUÍS LEYENDO Y NO HABÉIS VISTO LA PELÍCULA, HACEDLO BAJO VUESTRA PROPIA RESPONSABILIDAD

Con esta película se pone punto y final a diez años de superhéroes Marvel. Nunca en la Historia del cine tantas películas han convergido en un único largometraje. ¿Llegará DC a igualar lo que MARVEL ha conseguido?

Se nota la importancia del argumento de esta película por el mero hecho de que está mucho más trabajado que el resto de argumentos que Marvel nos ha ido mostrando hasta ahora. Se sabe que esta película será importante y por ello es lógico que quieran que el producto sea de una calidad superior a la que se nos ha tenido acostumbrados.

Como ya sabrán mis más fieles lectores, todo lo que se del universo Marvel lo se por su Universo Cinematográfico (UCM) y por las diversas series que han ido apareciendo en Abc Studios y Netflix. Es por ello que desconozco cómo de fiel es todo este UCM al cómic original.

El hecho es que he encontrado en Thanos un grandísimo villano. Aunque gracias a los YouTubers Loulogio, Pascu y Rodri ya conocía previamente la historia interna de este villano y he comprobado que en el UCM aparece con diferentes matices (meter todo lo relativo a la Muerte sería demasiado enrevesado), no puedo sino admirarlo. Me declaro fan del villano Thanos.

A fin de cuentas, Thanos es un villano que se sabe desde la primera escena lo grandioso que es. Ya en la primera escena mata a alguien que ha sido muy importante hasta la fecha como si de una simple mosca se tratase. Sin parafernalias ni decoraciones. Es en ese momento en el que sabes que va a ser el mejor villano que el cine ha conocido en mucho tiempo.

Un último motivo por el que Thanos pasará a la Historia del cine es por ese chasquido de dedos de la última escena. Pocas escenas hay en el cine que sean capaces de marcar a toda una generación. Haciendo memoria, me viene únicamente la de Darth Vader en Star Wars: El Imperio contraataca con su ya famoso "Yo soy tu padre". 

El resto de superheroes de Marvel, por su parte, van a aparecer en la película con la finalidad de parar lo imparable. Ya lo dice uno de ellos en un momento dado, que solo una de muchísimas posibilidades daría con el éxito de la operación.

En cuanto al CGI, decir que Marvel sigue demostrando la gran calidad que tienen sus efectos especiales, debido en gran medida a que muchos de sus personajes (Thanos, Nebula, Gamora, ...) son actores a los que  tienen que ser cubiertos por completo con CGI

Los actos se van sucediendo a medida que el escenario y los protagonistas cambian hasta llegar a un desenlace increíblemente épico en el que todo confluye hasta llegar al momento ya citado y dar por finalizada la primera parte de Infinity War.

En definitiva, una película que has de ver, pero que disfrutarás mucho más si has estado los últimos diez años viendo películas del UCM.

Fireworks


Fireworks es una curiosa película. Llena de flashbacks, llena de repeticiones. Es por ello que no termine de gustar a todo el público. Es más, es una película que en lo personal la he disfrutado mucho más en frío, transcurrido un pequeño lapso de tiempo entre que pude disfrutar del largometraje en el cine a cuando asimilé el producto en su conjunto.

La calidad del dibujo de este largometraje es digno de mención, si bien no es nada del otro mundo siendo como es una película anime. En pleno siglo XXI, yo sigo siendo un apasionado del dibujo "tradicinal" y es por ello que lamento tanto que la animación occidental ya se haya convertido casi en totalidad en animación 3D. Sin embargo, en el lejano oriente las cosas cambian de un modo más pausado. La animación sigue estando basada en los bocetos de un artista. Probablemente usen las nuevas tecnologías para terminar o mejorar esa animación manual; tal vez incluso puedan crearlas completamente por ordenador... pero el estilo no ha cambiado tanto. No puedo terminar este apartado sin admitir que, aunque la animación de Fireworks es muy buena, no llega al nivel que me han demostrado otros estudios, como es el caso del Studio Ghibli.

El argumento, como ya he dicho, está lleno de repeticiones. Sistemáticamente se nos ofrecen las mismas escenas a lo largo de los actos, si bien siempre sufren pequeños cambios. No sólo eso, aparte de los cambios obvios hay otra serie de cambios que, a pesar de que al principio no son tan claros, a lo largo de la película se van haciendo cada vez más notorios.

Son todas estas repeticiones las que generan la gran evolución en la mentalidad del protagonista para con una chica de su clase. Cada una de estas repeticiones le da el derecho a enmendar cierto error que cree haber cometido (o que de hecho puede que sea cierto). Y todo ello lo llevará a abrir los ojos al final de la película, entender la situación y permitir el desenlace.

En definitiva, un gran drama que nos da una gran lección de un modo inesperado y que posiblemente nos sorprenda incluso si la visionásemos por segunda vez. Habrá películas mucho más taquilleras que Fireworks este 2018, pero algunas de ellas no tendrán tanta calidad argumental como lo pueda tener ésta.





Peter Rabbit


La película que hoy vengo a comentaros es la adaptación cinematográfica del universo creado por Beatrix Potter. Un mágico mundo que conocí en mi adolescencia gracias a mi colegio y su bella costumbre de que casi todos los profes terminaban los trimestres de un modo cinéfilo. Gracias a ésto pude ver la película basada en la vida de la escritora británica.

Se de buena tinta que la colección de libros de Potter han marcado la infancia de gran parte de los niños y niñas de habla inglesa, sin importar de si vivieron su infancia en Reino Unido, Irlanda ó Estados Unidos. Es por ello que cuando en 2016 viajé a Londres no pude resistir la tentación de comprar un ejemplar de los libros de Potter.

Centrándonos en el argumento, la historia tiene clara inspiración en el universo Potter, puesto que todos los personajes son idénticos a cómo Beatrix los imaginó. Desconozco si el argumento es un calco de alguno de los libros, una mezcla de todos ellos o simplemente una nueva historia. El caso es que me gustó mucho. Una comedia muy británica con transfondo muy educativo.

Los actos del largometraje son sencillos de diferenciar. Personalmente, me gusta mucho el evento que origina el inicio del último acto, puesto que es en el que Peter finalmente Bre los ojos a la realidad.

A pesar de ser una película infantil, se ve como ya he dicho una clara intención educadora propia de las buenas películas de animación. Esto es algo que probablemente escape a la mente del jóven espectador, pero algo que sin duda los adultos lo valoraremos mucho.

En definitiva, una gran adaptación de un gran mundo literario. Espero secuelas.