Fireworks


Fireworks es una curiosa película. Llena de flashbacks, llena de repeticiones. Es por ello que no termine de gustar a todo el público. Es más, es una película que en lo personal la he disfrutado mucho más en frío, transcurrido un pequeño lapso de tiempo entre que pude disfrutar del largometraje en el cine a cuando asimilé el producto en su conjunto.

La calidad del dibujo de este largometraje es digno de mención, si bien no es nada del otro mundo siendo como es una película anime. En pleno siglo XXI, yo sigo siendo un apasionado del dibujo "tradicinal" y es por ello que lamento tanto que la animación occidental ya se haya convertido casi en totalidad en animación 3D. Sin embargo, en el lejano oriente las cosas cambian de un modo más pausado. La animación sigue estando basada en los bocetos de un artista. Probablemente usen las nuevas tecnologías para terminar o mejorar esa animación manual; tal vez incluso puedan crearlas completamente por ordenador... pero el estilo no ha cambiado tanto. No puedo terminar este apartado sin admitir que, aunque la animación de Fireworks es muy buena, no llega al nivel que me han demostrado otros estudios, como es el caso del Studio Ghibli.

El argumento, como ya he dicho, está lleno de repeticiones. Sistemáticamente se nos ofrecen las mismas escenas a lo largo de los actos, si bien siempre sufren pequeños cambios. No sólo eso, aparte de los cambios obvios hay otra serie de cambios que, a pesar de que al principio no son tan claros, a lo largo de la película se van haciendo cada vez más notorios.

Son todas estas repeticiones las que generan la gran evolución en la mentalidad del protagonista para con una chica de su clase. Cada una de estas repeticiones le da el derecho a enmendar cierto error que cree haber cometido (o que de hecho puede que sea cierto). Y todo ello lo llevará a abrir los ojos al final de la película, entender la situación y permitir el desenlace.

En definitiva, un gran drama que nos da una gran lección de un modo inesperado y que posiblemente nos sorprenda incluso si la visionásemos por segunda vez. Habrá películas mucho más taquilleras que Fireworks este 2018, pero algunas de ellas no tendrán tanta calidad argumental como lo pueda tener ésta.





Peter Rabbit


La película que hoy vengo a comentaros es la adaptación cinematográfica del universo creado por Beatrix Potter. Un mágico mundo que conocí en mi adolescencia gracias a mi colegio y su bella costumbre de que casi todos los profes terminaban los trimestres de un modo cinéfilo. Gracias a ésto pude ver la película basada en la vida de la escritora británica.

Se de buena tinta que la colección de libros de Potter han marcado la infancia de gran parte de los niños y niñas de habla inglesa, sin importar de si vivieron su infancia en Reino Unido, Irlanda ó Estados Unidos. Es por ello que cuando en 2016 viajé a Londres no pude resistir la tentación de comprar un ejemplar de los libros de Potter.

Centrándonos en el argumento, la historia tiene clara inspiración en el universo Potter, puesto que todos los personajes son idénticos a cómo Beatrix los imaginó. Desconozco si el argumento es un calco de alguno de los libros, una mezcla de todos ellos o simplemente una nueva historia. El caso es que me gustó mucho. Una comedia muy británica con transfondo muy educativo.

Los actos del largometraje son sencillos de diferenciar. Personalmente, me gusta mucho el evento que origina el inicio del último acto, puesto que es en el que Peter finalmente Bre los ojos a la realidad.

A pesar de ser una película infantil, se ve como ya he dicho una clara intención educadora propia de las buenas películas de animación. Esto es algo que probablemente escape a la mente del jóven espectador, pero algo que sin duda los adultos lo valoraremos mucho.

En definitiva, una gran adaptación de un gran mundo literario. Espero secuelas.

Campeones


Esta película española está destinada a triunfar. Se estrenó la semana pasada y ya ha conseguido desbancar a Ready Player One como película más vista a lo largo y ancho del estado español.

El argumento juega de un modo muy bueno con los dos géneros del largometraje: la comedia y el drama. Desde el punto de vista cómico, gran parte de los gags humorísticos fueron destripados en el tráiler, dejando no obstante escenas muy interesantes inéditas hasta sentarte en las cómodas butacas del cine.

La parte dramática de la película es la más importante, como cualquiera interesado en esta obra podrá imaginar. A fin de cuentas, son muchas las películas dramáticas que, al usar la comedia para descafeinar el producto, consiguen que éste tenga mucha más calidad.

Uno de los puntos que más me gusta del guión es que, aun pudiendo estar muy tentado por ello, no se ha caído en lo que yo consideraría un error imperdonable. Sin detallar más, pues no quiero destriparos nada, imagino que gran parte de los espectadores que vean esta película estarán conmigo en que haberlo hecho de un modo diferente hubiese matado la esencia de la película.

Personalmente, espero mucho de esta película. Es una pena que no llegase a tiempo para los Oscar, puesto que creo firmemente que podría ser una de esas películas nominadas (o incluso ganadoras) de la estatuilla de película de habla no inglesa.

Qué decir del reparto, que me ha enamorado. Desde los ya consagrados hasta esos actores semi-anónimos que han cogido el protagonismo de esta película. Un gran detalle que nos enseña mucho acerca de la normalización y la inclusión que deberían reinar en la sociedad actual pero que, lamentablemente, no es así.

En definitiva, un grandísimo producto "made in spain" que todo el mundo debería tratar de ver en la gran pantalla. Es una película infinitamente mejor que aquél éxito taquillero de hace unos años: Ocho apellidos vascos.

Sin rodeos


Cuando acudí al cine a ver esta película lo hice con unas ideas bastante claras: no quise hacer uso de la promoción para ver la película de manera gratuita debido a que era una película de Santiago Segura.

Vistos los tráilers promocionales del largometraje, la verdad es que iba predispuesto a una película española del montón tirando a mediocre, pero la verdad sea dicha es que a medida que el argumento iba avanzando se me fueron terminando los argumentos para pensar esto. No estaremos, ni mucho menos, ante la obra cumbre del cine español. Pero sí ante la mejor película que Santiago Segura ha dirigido.

Como he dicho antes, creía que no iba a ser una película buena. En parte por lo que ya he comentado y en parte por el reparto. Normalmente, cuando hay tanto cómico en el reparto de una película española tiende a ser un producto de escasa calidad; no así en esta película. Todos estos consagrados cómicos no han quitado un ápice de protagonismo a quienes realmente requerían ese protagonismo.

El escribir este blog me suele venir bien muchas veces para aprender más de las películas. En este caso, he podido observar que esta obra es una versión de una película chilena que se estrenó en 2016. Es de agradecer que diversas productoras españolas hayan decidido versionar esta película que de otro modo el gran público español (incluyéndome) no habría podido disfrutar.

El argumento se separa en tres actos, estando el punto más álgido en el segundo de ellos. El hecho de que el tercer acto sea más ligero que el segundo es completamente lógico y coherente para con el argumento, puesto que el segundo acto se centra mucho más en la comedia mientras que el primero y el segundo son sobretodo actos dramáticos aderezados de comedia.

En definitiva, una película digna de ser vista. La suerte de tener una productora como Movistar+ o Atresmedia es que a no mucho tardar podremos encontrarnos esta película en alguno de sus canales televisivos.

Ready Player One


Ready Player One puede que sea la mejor fusión que he visto hasta el día de hoy del mundo de los videojuegos y del mundo del cine. Una gran adaptación del mundo literario (o eso me encantaría decir, pero la verdad es que todavía no tengo el placer de haber leído el libro, error que pienso subsanar lo antes posible).

Que Steven Spielberg es un mago del mundo cinematográfico no es algo nuevo. Hubo una época en la que parecía el Rey Midas del séptimo arte. Todos los de mi generación le debemos muchísimo a Spielberg. Imagino que habrá sido idea suya el meter tantos guiños cariñosos a Regreso al Futuro. Sinceramente, cierto detalle de la película dudo mucho que se llame así en el libro, aunque sabiendo que tiene una estética bastante ochentera no lo puedo confirmar al 100%. El caso es que, aparte de dicho detalle, durante todo el largometraje se han añadido pequeños flashes de la banda sonora de mi trilogía cinematográfica preferida. Por ese nimio e insignificante detalle Spielberg vuelve a ganarse el respeto que nunca le perdí.

El argumento es bastante sencillo de entender. En un futuro distópico (aunque no tanto como el que se nos presenta en otras películas de tiempos futuros) un adolescente se ve envuelto casi por casualidad en una batalla que determinará el dominio de un videojuego capaz de controlar el mundo real debido a la importancia que éste ha tenido. Digo lo de casi porque, teniendo en cuenta la adoración que dicho adolescente tenía sobre el creador del videojuego, era lógico que terminase metido en esta sucesión de acontecimientos.

Como podréis adivinar, Ready Player One no es una película digna de grandes premios cinematográficos puesto que simplemente busca entretener a un target muy específico: aquellos que disfrutamos mucho de ambos mundos: el cinematográfico y el de los videojuegos. Con un estilo bastante ochentero pero con detalles muy actuales para enganchar al público juvenil, esta película me ha cautivado de principio a fin.

En definitiva, una entretenida película que sabe sacar partido de dos mundos que, a pesar de sus similitudes, pocas veces han tenido una buena convivencia. ¿Os imagináis que esto sucediese en el mundo real?