Isla de perros


Wes Anderson no es un director corriente. Todos los que hayan visto una o dos películas de este director lo saben. Anderson tiende usar el encuadre de manera casi enfermiza, haciendo que todas sus películas tengan un toque muy personal.

Argumentalmente hablando, estamos ante una película muy profunda, que trata de la humanidad y la bestialidad tanto de seres humanos como de perros. Cierto es que también hay otros animales con peso en este largometraje, pero debido a que éstos son los protagonistas de la película, no me pararé a detallar el resto.

El argumento es un clásico ejemplo de lo humanos que pueden parecer los animales, entendiéndose claro está que me refiero al comportamiento racional y social que se presupone es exclusivo del ser humano. Del mismo modo, a veces el humano puede parecer un animal debido al comportamiento falto de ética que en ocasiones demasiado frecuentes el ser humano realiza.

Otro detalle peculiar de Wes Anderson es la velocidad con la que se desarrolla el argumento. Lenta. Anderson disfruta explicando todo con toda la pausa y detalles necesarios, por lo que tiende a hacer películas de lento desarrollo. Es por ello que no dejará indiferente a nadie. O te gustan este tipo de tiempos o las detestas.

Visualmente, estamos ante una película stop-motion. Este tipo de películas siempre tiene un halo especial, cosa que no a todos los espectadores gusta. Al ser una técnica tan concreta, todas los largometrajes que la usan tienden a suscitar muchas críticas a favor y otras tantas en contra. No me voy a posicionar ni de un lado ni de otro, pero he de decir que el "toque Wes Anderson" le viene bastante bien a la técnica del stop-motion.

En definitiva, una película con sus puntos buenos y malos que difícilmente dejará indiferente al espectador.

Megalodón


Cuando había perdido toda esperanza de ver una nueva película de temática de escualos que me atrajese, apareció el tiburón prehistórico más famoso de todos.

Cuando uno va a ver una película de este estilo, sabe que el argumento no va a ser demasiado brillante. Ciertamente, no hay muchas sorpresas a lo largo del largometraje. De hecho, la única sorpresa que puede haber es bastante obvia y en ningún momento llegué a dudar de que iba a suceder eso. Sin embargo, puede que a alguien ciertamente le pueda llegar a sorprender.

Sinceramente, cuando terminó la película tenía una sensación bastante buena. La película te tiene intranquilo cuando Jason Statham está en el agua, puesto que piensas que el megalodón va a aparecer en cualquier momento y te va a asustar. Sin embargo, una vez dejas reposar la película te das cuenta de sus extraordinarios sinsentidos.

Por expresar de un modo no demasiado específico, decir que los tiburones normales (es decir, los que no son megalodones) se comportan más como pirañas que como tiburones. Cosa poco lógica y que raya lo absurdo en una escena. Por su parte, el megalodón me recordó una escena de Deep Blue Sea por su extraño comportamiento durante el acto final de la película. Comportamiento que por cierto no comento aquí por estar localizado en el ya mencionado acto final.

Las actuaciones se me han hecho bastante sencillas. Personajes más bien planos, puesto que en todo momento sabías cómo iban a evolucionar a lo largo del largometraje; quedando únicamente la duda de quién iba a ser alimento de megalodón y quién sobrevivirá. Mención especial para Rainn Wilson y su personaje, puesto que es el único que realmente puede llegar a sorprender al espectador.

En definitiva, una película que trata de tomar el relevo del subgénero cinematográfico de los tiburones asesinos, pero que tampoco me ha parecido una digna sucesora de la ya mencionada Deep Blue Sea o de la legendaria Tiburón de Steven Spielberg.

¿Quién está matando a los moñecos?


Le tenía ganas a este largometraje desde la primera vez que supe de ella. Sin tener muchas esperanzas puestas, la verdad es que quería pasar al menos un rato agradable en el cine.

He de decir que cuando a mis oídos llegó el título de esta película, no pude sino relacionarlo con el cómico David Broncano. Obviamente, este cómico también ha participado en el film, pero hasta verla en la gran pantalla no supe hasta qué punto había participado.

El largometraje está lleno de chistes al más puro estilo Broncano. Falete, el amoche, quedarse moñeco, la chilena de Cristiano en la Champions... Se me hace raro que en una ciudad claramente americana se hagan este tipo de bromitas. Probablemente la versión original tuviese chistes que aquí no se iban a entender y por eso se decidió cambiarlos, pero la verdad es que se podría haber buscado otro método.

Otra cosa que no me gustó en absoluto fue que el ya mencionado David Broncano dobló a dos personajes diferentes del largometraje. Esto lo podría llegar a entender si estuviésemos hablando de, por ejemplo, Carlos Latre, Santiago Segura o incluso José Mota; pero no si hablamos de David Broncano. Hasta el más tonto percibe que es la misma voz. Por añadir una cosilla, he de decir que al segundo personaje que interpreta la voz le queda mucho mejor que al primero.

Estamos ante una comedia que no me hizo apenas gracia, si bien no puedo negar que en el cine me reí con los chistes fáciles. De hecho, la gracia que más gracia me hizo fue las que Melissa McCarthy le hizo a Joel McHale (y estamos hablando de un producto tan usado que incluso ha sido visto en Los Simpson).

Como mínimo detalle de calidad, decir que no supe leer con total claridad la incógnita a la que hace alusión el título; puesto que aunque percibí parte de la trama, no la adiviné por completo.

En definitiva, una película que no te recomiendo ver, pero tampoco es el peor producto cinematográfico que mis ojos han visto.

El espía que me plantó


Hoy os vengo con una desenfadada comedia de espionaje. Protagonizada y dirigida por mujeres, esta película seguro que te sacará alguna carcajada.

El género de este largometraje, la ya mencionada comedia de espionaje, no es un género que vea mucho en la gran pantalla. De hecho, la última película de este estilo que pude ver fue la dirigida por Guy Ritchie: Operación U.N.C.L.E. Esta película me gustó muchísimo, por lo que el listón estaba demasiado alto para cuando fui a ver la película que hoy os comento.

Sus protagonistas, Mila Kunis y Kate McKinnon, tienen mucha química entre ellas. Se compenetran muy bien entre ellas, y sus personajes están muy bien estructurados, haciendo que choquen entre sí por las diferentes personalidades, pero a su vez haciendo que el espectador suelte una risa. Subrayar el personaje interpretado por Kate McKinnon, puesto que éste será el que más carcajadas provoca.

El argumento, por su lado, tampoco es nada del otro mundo. Las sorpresas que esconde el guión son fácilmente adivinadas, puesto que se ve qué es lo que realmente requiere el guión para poder seguir adelante. Un giro argumental de éstos, de hecho, no me terminó de gustar, ya que tampoco se explica demasiado.

En definitiva, una película bastante graciosa que posiblemente quieras ver. Ahora bien, verla en la gran pantalla o esperar a que salga en la TV o cualquier plataforma de pago es decisión tuya.