Siguiendo con los clásicos Disney que empecé a ver hace bien poco (y os traje la película de Mulan), hoy toca otra película de la misma época. En concreto, Hércules se estrenó un año antes que la anteriormente citada.
Como anécdota personal, comentar que conocí antes la banda sonora que la película, ya que por aquella época los clásicos de Disney no me parecían adecuados, no así las canciones de Ricky Martin que tan de moda se pusieron gracias al Mundial de Francia de 1998.
He de admitir que la narrativa de esta película me gustó mucho. El primer acto se parecía más a un cuento que a un largometraje, gracias a que las musas hacían de presentadoras, comentando de un modo muy ameno la mitología griega. Por cierto, se me hace muy curioso que a pesar de ser parte de los mitos griegos, en realidad Hércules es su versión romana, ya que según la mitología griega su nombre debería ser Heracles.
Si bien los personajes cumplen con los estereotipos Disney (los buenos, los malos, historia de amor entrelazada, mascota de poco intelecto...), he de admitir que tienen bastante personalidad. Los que más me gustaron fueron Meg y Phil. La primera es, de lejos, la que tiene una personalidad más profunda y compleja. En cuanto a Phil, me quedo con la enseñanza que da de un modo indirecto: la importancia de la constancia y la perseverancia.
En cuanto a Hércules, el protagonista, la verdad es que hasta el final de la película no terminó de convencerme. Personalidad bastante plana que al final hace lo que debe y, por tanto, salva la situación. No obstante, y a pesar de lo obvio de su gesto en el desenlace final, es algo que se ha de valorar.
En definitiva, un argumento clásico de la Factoría Disney que, sin embargo, no quiso dibujar de manera fidedigna la mitología grecorromana.
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