La llamada nos presenta un teatro reconvertido en película. Teniendo ambas versiones vistas, he de decir que una de las cosas que se agradecen es que se hayan mantenido la mayoría de actrices del reparto.
He de admitir que tenía bastante recelo antes de ver este largometraje. Normalmente, cuando un producto se adapta tiende a empeorar. Sabido es por todos que, por regla general, los libros son mejores que las películas; algo parecido pasa con los teatros. Cuando un teatro se transforma en película, a veces el producto se empeora. Tal vez porque ya no tiene la "magia" del directo, o porque ciertas cosas pierden importancia... pero es un hecho. Afortunadamente, al menos en mi opinión, a "La llamada" le ha sentado bien esta conversión. Me gusta más esta versión que la que vi en un teatro madrileño.
El argumento pocas sorpresas tenía para mí, pues ya me lo conocía de cuando me vi el teatro, pero lo referido a los nuevos personajes accesorios que aparecen en la película fue demasiado obvio, cosa que no me gustó nada.
Otro detalle que no me gustó nada es que, en la escena musical que comparten Anna Castillo y Belén Cuesta, la fotografía del largometraje no fue nada acertado. La conclusión a la que se llegaría durante el final del penúltimo acto era muy obvia. El motivo, un mural con unos colores demasiado esclarecedores. Si ya de por sí la canción hacía que todo quedase bastante claro, este mural disipaba cualquier atisbo de duda.
Valorando ahora a las actuaciones de las actrices (pues los pocos actores que aparecen poco peso aportan aparte del argumental), me quedo con la de Belén Cuesta. No únicamente porque su papel es el que más complejo me parece, sino porque personalmente creo que Belén está muy cómoda en ese perfil de interpretaciones y se le nota.
En definitiva, una obra que creo que ha mejorado al reconvertirse en película. Si no te importa que tenga una temática religiosa y/o, que esta temática no sea nada tradicional, realmente sería interesante que la vieses.
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