Martin Scorsese es el director de este largometraje basado en una novela de Shūsaku Endō que narra de manera ficticia la experiencia de dos sacerdotes jesuitas en plena persecución japonesa hacia el cristianismo.
He de decir que el título el realmente acertado, si bien es cierto que hasta no haber visto toda la película o no haber leído toda la novela, tal vez no tenga mucho gancho. A mí personalmente me parecen cuanto menos llamativas todas las escenas que se dan con los protagonistas en silencio y, sobretodo, del silencio que percibe el personaje interpretado por Andrew Garfield cuando trata te comunicarse con Dios.
Hablando de Garfield, realmente valoro lo rápido que está dejando atrás su papel como Peter Parker en la defenestrada saga "The amazing Spider-Man". Tanto su actuación en "Hasta el último hombre" como en ésta ha sido realmente brillante. Por su parte, Adam Driver hace lo propio al compaginar su papel actual como Kylo Ren en la nueva saga de Star Wars con otros papeles. Es bueno por parte de los actores en trabajar duro para no encasillarte en un personaje.
El ritmo del largometraje es lento, llegando en algunos momentos a ser casi soporífero. Personalmente, creo que Scorsese debería haber hecho una película un poco más corta, puesto que hay escenas parecen haberse alargado en exceso. No obstante, tal vez sea para ayudar al espectador a empatizar con el personaje de Garfield y su intento sin éxito aparente de conseguir respuesta.
Argumentalmente, me ha gustado mucho el acto final de la película, que muestra la influencia que tuvo el reencuentro del personaje que interpreta Liam Neeson sobre un ya extenuado Andrew Garfield. A pesar de no ser, ni de lejos, la mejor interpretación por parte de Neeson, la influencia es decisiva para lo que a continuación sucede. Una vez llegados a este punto, Scorsese plasma de manera magistral el resto de la vida, hasta el momento de su muerte, del personaje de Garfield. De puertas para afuera puedes aparentar algo que de puertas para adentro no lo terminas de aceptar.
A mi me gustó la película aunque, como bien dices, se hace algo larga y soporífera en algunos momentos. Yo me quedé con las metáforas sobre por qué persiguen a los cristianos (las múltiples esposas) y la explicación que dan en contra de Jesús y a favor de Buda por ser el primero un supuesto ser superior y el segundo alguien normal a quien tomar de modelo. El momento épico de la película es cuando se hace referencia al sol, cuando se dijo que San Francisco Javier en Japón predicó que Dios-Jesús era el sol que nacía cada día (referencia a la teoría Zeitgeist?).
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