¿Tenía que ser él?


Una comedia curiosa que difícilmente te dejará indiferente. Depende el punto de vista que se le quiera dar a la valoración de la película, será muy buena o muy mala. Vayamos paso por paso.

Teniendo en cuenta el argumento, se ve una comedia con toque canalla de no demasiada calidad. Los personajes de James Franco y Bryan Cranston protagonizan un tira y afloja bastante repetitivo en el que cada vez que se están acercando, aparece un obstáculo que los vuelve a separar cada vez de manera más violenta. Por otro lado, los personajes secundarios, exceptuando a Zoey Deutch que comparte protagonismo con los dos actores antes citados, son más bien planos e incluso casi accesorios.

Sin embargo, existe otro modo de ver la película. Una curiosa e irreverente a la vez que más que aceptable metáfora de la abismal diferencias generacionales, un modo de mostrar la filosofía de vita flumen. Los personajes de James Franco y Bryan Cranston que anteriormente he criticado por su obvio tira y afloja forman, a su vez, una perfecta pareja creando un yin yang de un nivel mucho mejor que la película.

En resumidas cuentas, la película es aceptable. Me gusta el carácter canalla de la comedia, y si he de ser sinceros, me ha encantado la última escena, extraña hasta el hastío y muy difícil de imaginar. Debido a ésta escena he inflado ligeramente la puntuación.

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