Fast & Furious 8


Nueva película de la saga cinematográfica de coches más larga de la historia. Desde mi punto de vista se tendría que haber dado punto y final a la saga con la séptima entrega por el detalle conocido por todos: la trágica muerte de Paul Walker, que interpretaba a Bryan O'Conner, el coprotagonista de la saga.

Antes de comentar la película, he de citar un detalle muy curioso que pudimos ver durante la proyección de los tradicionales 20' de anuncios. Anunciaron Cars3 con un tráiler que no había visto hasta ese día; y de hecho estaba anunciada al "estilo" Fast&Furious.

Que Dwayne Johnson se está convirtiendo en un nuevo pilar de la familia furiosa no es nada extraño. Es más, tiene carisma de sobra para ser el coprotagonista claro de la saga, en el caso de que así se decidiese. Se nota en muchos detalles que Dwayne va adquiriendo protagonismo. Uno de ellos es el humor de la saga. Cada vez va teniendo más toques. Anteriormente casi todo el humor iba de la mano de Tyrese Gibson y su personaje de Roman Pearce. Ahora cada vez se va extendiendo más. Claro ejemplo de ello es el rifirrafe verbal que mantienen Hobes (Dwayne Johnson) y Dekar Shaw (Jason Statham); por no hablar de la escena protagonizada por éste último durante el desenlace del largometraje.

¿Es esto bueno? ¿Es malo? Eso cada uno tendrá que decidir. A mí, que me río por casi cualquier cosa, me parece beneficioso. El espectador tiende a agradecer estos gags de risa fácil.

Argumentalmente hace varias películas que ha perdido en control esta exitosa franquicia. Cada vez es más fantasmada. Más bien parece que en cada secuela deben crear una locura mayor que en la anterior. A saber qué nos deparará Fast & Furious 9 (no nos engañemos, la van a rodar y lo sabéis).

Lamentablemente, hace años que la franquicia vive estancada. El alma del tunning hace demasiado que se perdió. Posiblemente, el Dominic Toretto de la película original abofetease al actual. Ahora bien, esto ya no lo arregla nadie. Hemos de tener en cuenta que Fast&Furious ya no es una franquicia de coches tuneados. Es una franquicia de acción exagerada hasta el chiste.

Una vez sabido esto, realmente me encantaría ver un crossover entre los Mercenarios de Stallone y Fast&Furious. Acción estilo old school vs acción moderna. Ahora bien, ¿a Statham dónde lo meteríamos?

En definitiva, una nueva película de una franquicia desustanciada y a la deriva que, sin embargo, cumple con su objetivo: entretener al espectador y dar lecciones superficiales que, lamentablemente, no se profundizan demasiado.

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