Un thriller que desde el primer tráiler me metió la intriga tiende a ser de calidad, y éste además parecía tener una dosis mínima de terror, por lo que finalmente decidí ver el largometraje. Craso error.
A mi entender, un thriller te ha de mantener intrigado, has de querer saber qué es lo que va a pasar y por qué está sucediendo lo que se nos presenta, pero no vi ni lo uno ni lo otro. Un argumento más bien soporífero en el que las escenas se sucedían sin que llegase a haber tensión real. En todo momento se sabía quién era el antagonista del largometraje, la única duda se resolvía antes de que la película llegase siquiera a su ecuador. Un thriller que te demuestra tan fácilmente su respuesta no puede ser bueno.
Se le ha de añadir una actuación bastante plana por parte de los actores, aunque tal vez simplemente fuese que los personajes a los que interpretaban era demasiado planos. Un personaje protagonista en horas bajas que parece querer evolucionar pero no lo hace hasta el desenlace; unos personajes secundarios cuya profundidad ha sido sacada de una piscina infantil y un antagonista con muy poco misterio se juntan para realizar el peor thriller que he visto en lo que va de año.
En definitiva, una película que intenta ser un thriller y no lo es. Intenta ser misteriosa pero no lo es, intenta dar un mínimo de miedo pero consigue dormir al espectador. Para ver una película con muñecos de nieve como hilo argumental, me quedo con Jack Frost
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