El gran showman


La película con la que empecé el año me sorprendió de muchos modos. Sabía que tendría carga musical durante el largometraje... pero no me esperaba un musical al uso. Se podría decir que es el La La Land de este año. En el trailer ya se intuía una escena musical (con el tema central de fondo), pero ni de lejos imaginé hasta qué punto la película sería de este estilo. Dicho todo esto, me encantó esta "sorpresa".

Una vez más nos hayamos ante una película basada en hechos reales, y los que me leáis bastante ya sabéis de sobra lo que me ocurre con éstas. El argumento nos presenta una historia que a buen seguro estará bastante edulcorada del que fuera "padre" del entretenimiento circense americano, P.T. Barnum.

El primer acto se presenta de un modo bastante caótico, con un ritmo excesivo para lo que el resto de actos nos mostrará, pero queriendo demostrar tal vez el ritmo acelerado del corazón de Barnum durante esos momentos. Del mismo modo que me pasó con La ciudad de las estrella, creo que hubo un porcentaje de minutos musicales excesivos, pues el resto de la película se centra más en el argumento. ¿Acaso todos los musicales tienen esta pauta de meter un porcentaje mayor de música al principio?

Ya en el segundo acto el argumento finalmente consigue centrarse y podemos ver que el argumento comienza a enriquecerse. Se muestra con gran claridad la personalidad astuta y pilla (O como dirían en La vida moderna, zorro), que es capaz de conseguir cualquier cosa que quiere mostrando verdades a medias o mintiendo directamente.

Durante el final de este segundo acto y ya durante el resto de la película aparece Zac Effron para callarme un poco la boca. Parece ser que sí que sabe interpretar y se ha desencasillado (o eso parece) del estereotipo del que le taché el año pasado con Los vigilantes de la playa. Cierto es que Zac saltó a la fama de manos de musicales Disney, pero en esta película le he visto muy suelto y con bastante nivel.

La carga dramática de la película me parece de una calidad bestial, aunque una vez más recalco que estoy seguro de que en cierto modo esto ha sido así porque creo que el personaje interpretado por un gran Hugh Jackman está bastante edulcorado. Un personaje con esa personalidad tiene un comportamiento que no me termina de cuadrar en ciertos momentos, especialmente en los actos centrales del largometraje.

Si me tendría que quedar con una escena, es la que incluye la canción central de la película. Esta escena es, de hecho, uno de los dos puntos de inflexión en el argumento. No volveré a ver esta película en el cine, pero si lo hiciese tened por seguro que sería para verla a partir de esta escena.

En definitva, una película edulcorada que muestra un argumento precioso con una gran carga argumental y con temas musicales en los momentos más memorables del metraje. Buen comienzo de año.

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