Una brillante comedia francesa de las que gustan al público. Muchos personajes diferentes entre ellos y que dan bastante juego a lo largo de la película.
El argumento es muy simple: Una familia acomodada francesa ha visto como tres de sus cuatro hijas se han ido casando con un chino, un musulmán y un judío respectivamente. Aunque se definen como tolerantes, está claro que no terminan de aceptar a estas nuevas personas en su familia. Tienen esperanzas en que la menor de sus cuatro hijas encuentre el amor en un francés con creencias cristianas.
El desarrollo de la comedia es bastante fluido y se aprecian bastante claramente que al final de cada acto todos los personajes han cambiado de un modo u otro; algunos para mejor y otros para peor.
Sin embargo, he de decir que me chirría un poco el modo que tiene la comedia de arreglar un punto de no retorno. Al final del primer acto las diferencias entre los personajes masculinos parecen ser irreconciliables, pero durante el segundo acto las resuelven demasiado fácilmente. Probablemente sea debido a la falsedad con la que primeramente actúan, pero no termino de aceptar ese cambio de 180º en tan poco espacio de tiempo.
Por otro lado, me encantan los personajes interpretados por Christian Clavier y Pascal Nzonzi. Dos personajes al mismo tiempo radicalmente opuestos y exactamente idénticos. Con esa definición está claro que ambos están obligados a chocar entre ellos, aunque también es obvio que a lo largo del largometraje algo ocurrirá para llevar a ambos a buen puerto.
Volviendo a la simpleza del argumento, muchas veces hay un gran problema en ello. Precisamente el buscar lo simple impide grandes giros argumentales, por lo que es bastante fácil de intuir. Tal vez si uno ve pocas películas no se espere el final. Si te gusta el cine y tiendes a ver muchas películas, el final es excesivamente fácil de adivinar en cuanto conoces a todos los personajes del largometraje. Incluso puedes adivinar qué ocurrirá en el cuarto y último acto de manera bastante detallada.
En definitiva, una muy buena comedia francesa, país de las que generalmente salen muy buenas comedias. Su punto negativo es la simplicidad del argumento, me gustaría ver un par de detalles más trabajados en el argumento.
Por otro lado, me encantan los personajes interpretados por Christian Clavier y Pascal Nzonzi. Dos personajes al mismo tiempo radicalmente opuestos y exactamente idénticos. Con esa definición está claro que ambos están obligados a chocar entre ellos, aunque también es obvio que a lo largo del largometraje algo ocurrirá para llevar a ambos a buen puerto.
Volviendo a la simpleza del argumento, muchas veces hay un gran problema en ello. Precisamente el buscar lo simple impide grandes giros argumentales, por lo que es bastante fácil de intuir. Tal vez si uno ve pocas películas no se espere el final. Si te gusta el cine y tiendes a ver muchas películas, el final es excesivamente fácil de adivinar en cuanto conoces a todos los personajes del largometraje. Incluso puedes adivinar qué ocurrirá en el cuarto y último acto de manera bastante detallada.
En definitiva, una muy buena comedia francesa, país de las que generalmente salen muy buenas comedias. Su punto negativo es la simplicidad del argumento, me gustaría ver un par de detalles más trabajados en el argumento.
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